lunes, 20 de junio de 2011

El scanner como medio creativo: Antecedentes técnicos en el Copy Art

El fenómeno del Copy-Art se genera a finales de los años 60, y surge a partir de las inquietudes artísticas de los creadores de entonces con respecto a los límites del lenguaje y de cómo la aparición de una nueva tecnología (computadoras), dió lugar al surgimiento de nuevos dispositivos de salida que podían quebrantar dichos límites e insuflar una nueva perspectiva sobre la producción de obra gráfica.

El Copy-Art o técnica electrográfica, se sirve siempre del aparato como elemento de transición entre la mente del artista, su mano y la obra resultante. Desde las máquinas fotocopiadoras hasta los scanners e impresoras injekt, pasando por la máquina de fax; todas ellas ayudaron a generar una corriente artística que buscaba su sello de identidad en una capacidad reproductiva inmediata, inédita hasta el momento, y que llevó a su vez, a  replantearse la relación del hombre con la máquina, la búsqueda de sus puntos de convergencia y de ruptura.

Collage Copy Art (Lieve Prins)
Rápidamente, y ante la tremenda flexibilidad y la relativamente escasa inversión que suponía producir la obra, este movimiento fue adoptado por una inmensa mayoría de artistas, que veían en el carácter "low cost", junto a la ya mencionada facilidad para replicar originales, una oportunidad única para expresarse y tomar las calles de las principales ciudades del mundo a modo de un gran lienzo pintado que necesita renovarse en nuevas capas.

Sin embargo, fue esta capacidad de reproducción, junto a lo que los críticos consideraban una aparente facilidad de creación y desarrollo de la obra, lo que los llevó a calificar a esta corriente de poco ortodoxa, de casi ilegítima a la hora de encontrar su espacio dentro del cuadriculado mundo del arte y, quedando por lo tanto, dicha corriente, fuera del circuito comercial del mismo. Los artistas, anónimos y marginados, encontrarían su razón de ser como parte de la cultura Underground, de la que participaban activamente ya fuera con obra expositiva o haciendo a éstas cómplices de las actividades de terceros para diversos eventos de carácter artístico.

Pero ya fuera con el desprecio de los medios especializados o sin él, ya nada podía parar esta corriente artística, que, como a su vez ocurriera con el movimiento hippie y el op-art, en los años setenta; se vió ligada en parte al movimiento punk con el que empatizaba en su faceta de outsider.

La mayoría de las creaciones no alcanzaban un tamaño mayor que el de un folio A4, pero los artistas encontraron en el ensamblaje de las distintas hojas su mayor aliado para componer obras de mayor envergadura acorde con sus preferencias, gustos y necesidades.



Ya en la década de los ochenta, y gracias a la comercialización de las primeras impresoras láser, surge la posibilidad de conseguir digitalizaciones de cierta calidad, aunque no es hasta la llegada de las láser cuatricomía cuando las posibilidades se expanden verdaderamente al permitir registrar, ahora sí, una amplia variedad tonal que expandía la experiencia en multitud de direcciones. 

No es, sin embargo, hasta finales de los años ochenta y principios de los noventa, cuando verdaderamente se impone una democratización real de estos nuevos aparatos, gracias a la introducción de impresoras a inyección de tinta, las cuales propiciaron, junto con la imposición de fotocopiadoras que permitían una creciente profundidad de campo, poder plasmar imágenes con mayor detalle y sentido de la tridimensionalidad, y de cuya evolución, surge la escanografía tal y como hoy la conocemos.

Pero, ¿qué se entiende entonces hoy por escanografía? Ciertamente, en su base, se trata de un método para la captura de imágenes, un método que formula estrategias novedosas para la obtención de las mismas en un mundo digital, al prescindir, en primera instancia de la cámara fotográfica. Entonces, ¿podríamos considerar la escanografía como una rama ajena a la fotografía? Pues...sí y no, nuestra respuesta variará en función de la definición de fotografía de la que partamos.

En la fotografía tradicional, las imágenes se obtienen por medio de la acción lumínica. Nos servimos del aparato para fijar la luz en un medio sensible a la misma, comúnmente, la película con la que cargamos la cámara, aunque obviamente no es éste el único material por el que se puede optar para obtener imágenes mediante la luz. 

Si hablamos de fotografía digital, a pesar de que su principio básico funciona teóricamente en base al método de cámara oscura analógico, para la obtención de las imágenes, se utiliza un método por captura a través de un sensor eléctrico que dispone de unidades fotosensibles capaces de registrar la información y guardarla, a su vez, en la memoria de la cámara.

En la escanografía, sin embargo, el proceso de obtención de imágenes funciona de forma diferente al que las cámaras fotográficas llevan a cabo. La imagen se consigue aquí de forma más parecida al grabado, sirviéndose de una placa calcográfica, donde se refleja la luz que se proyecta sobre los objetos y la placa misma durante el proceso de escaneo de la imagen, y donde los resultados lumínicos y tonales, pueden variar ostensiblemente en función de las condiciones lumínicas externas que establezcamos para cada toma de datos, ya sean éstas, tomas de escaneo a tapa cerrada o abierta.


Esquema de sensor CCD
Otro de los principales distanciamientos que se producen entre la fotografía tradicional y la escanografía, lo encontramos en la resolución óptica obtenida en cada caso. Normalmente, las cámaras fotográficas tienden a ser de carácter telescópico; sus principales usos y aplicaciones las han llevado, en la mayoría de los casos, a prescindir de sensores de tipo CCD (dispositivo de cargas acopladas), donde la recuperación de la imagen se produce gracias a la lectura mediante desplazamientos sucesivos y en secuencia de las cargas eléctricas de cada celda de la matriz (píxeles), cuya acumulación de carga varía en función de la cantidad de luz que incide sobre cada celda de forma local. 

El CCD, convierte a dichas cargas, posteriormente, en voltaje, que luego debe ser procesado por los circuitos de la cámara mediante la señal análogica por la que ha sido transmitida la información desde el CCD.

Esto deriva en que la calidad de imagen (referido a puntos por píxel) conseguida con un sensor de este tipo, sea mucho mayor que la que puedes obtener con los sensores CMOS en general, ya que éstos; a diferencia de los CCD, convierten los fotones recibidos en carga eléctrica y voltaje en la misma celda donde se recoge la información, digitalizando la información píxel a píxel, lo que conlleva que la información que luego deriva al circuito de la cámara se encuentre ya digitalizada.

Esquema sensor CMOS
La contrapartida del CCD es que requiere de un mayor tamaño y un mayor consumo, por lo que pocas cámaras "de calle" utilizan este sensor. Con CMOS, por otro lado, el consumo es mucho menor, al igual que el espacio que el mismo requiere dentro de la cámara, pero también la calidad de imagen obtenida es menor que en un CCD.

Esto nos lleva a que, debido a que un scanner de sobremesa no atiende a restricciones típicas y necesarias para cámaras fotográficas que, para su uso, deben ser ligeras y equilibradas en cuanto al consumo; el estándar en escanografía sea el uso de scanners que cuentan con sensores tipo CCD, que le permiten elevar su resolución óptica y contar con unas características de toma de datos casi microscópicas.

¿Qué pasa entonces en los casos en los que necesitamos trabajar con scanners ligeros? ¿Qué tipo de sensor suelen utilizar estos dispositivos en estos casos?

Sistema de escaneo general (CCD)
Muchos de los scanners de gamma media-baja actual usan un sensor tipo CIS, que proporciona una calidad en término medio, bastante inferior a la que se puede obtener gracias a un sensor CCD. Todo depende, sin embargo, del uso aplicado, y mientras que CIS se comporta bien en el escaneo de planos y dibujos técnicos, CCD es ideal para el escaneo de objetos y fotografías debido a su mayor profundidad de resolución y rango dinámico.

La principal diferencia entre CCD y CIS, estriba en el uso de los leds que proyectan la luz que usaremos para obtener las imágenes con el scanner. Mientras que en CCD y CMOS los leds son de luz blanca (o más antiguamente de tubo fluorescente) sobre los que se aplican filtros de color, en CIS se usan directamente leds RGB que limitan la toma de información. 

Sistema escaneo general (CIS)
Además, por construcción, el tubo de leds en los scanners con sensor CIS, se coloca, "se pasa" sobre el documento y es necesaria una distancia directa para una correcta obtención de la información, limitando enormemente la profundidad de campo desde la que el scanner puede trabajar.

Por ello, esta tecnología se ha aplicado también fundamentalmente a scanners de lectura de códigos de barra, donde sus carencias en calidad de resolución pueden permitirse ser pasadas por alto.


Independientemente del tipo de scanner elegido por el artista para trabajar hoy en día, la mayoría de las obras escanográficas que los creadores producen en la actualidad; siguen a pies juntillas las directrices establecidas por aquellos pioneros de los sesenta cuyas obras pasarían a denominarse arte Xerox, arte electroestático, o más comúnmente, Copy art.

Composición tradicional
En el arte Xerox o Copy art, las imágenes se consiguen al disponer sobre el cristal del scanner o fotocopiadora los objetos  que van a ser usados en la composición, sabiendo que la parte de ellos que el scanner recogerá al detalle será la que quede colocada de forma plana con respecto al cristal.

Hay que tener en cuenta que todo objeto (o parte de él) que no se coloque de esta forma con respecto al cristal, provoca distorsiones en la imagen resultante; distorsiones que pueden verse acentuadas también por la curvatura de los mismos, o la cantidad de luz que incide en ellos, así como también la distancia con respecto al cristal a la que son dispuestos.

Si bien los primeros artistas que usaron esta técnica, tenían una concepción estática de la misma y sus imágenes eran consecuencia directa de composiciones fijas de objetos sobre la placa en la que el tiempo de recogida de datos por el scanner no suponía un valor definitorio para la obra; pronto empezaron a surgir una nueva generación de creadores predispuestos a diversificar las propuestas, utilizando a su favor los valores temporales característicos de las máquinas, así como sus peculiaridades distorsionadoras.




Collage de scaneos (Lieve Prins)
De los primeros, destacamos, de entre muchos otros artistas, a Doreen Lindsay, Marisa González, Joan Lyons, Sonia Landy Sheridan y, sobre todo, a Lieve Prins, la cual dedicó gran parte de su carrera a desarrollar imágenes formadas con esta técnica, que a su vez, unía en serie para formar composiciones más complejas que le daban el sentido definitivo a sus obras.

De los creadores, sin embargo, que se dedicaron a experimentar con las capacidades temporales de los aparatos, seleccionamos, especialmente, el trabajo de Sarah Jackson, Amal Abdenour y Barbara Astman. Jackson, particularmente, estructuró sus imágenes de forma que podían leerse mediante fragmentos en secuencia, resultando las obras, en un juego rítmico y conceptual similar al planteado en [Valencia Distritos].


También hubo otros que preferían involucrarse con estos dispositivos para desarrollar un punto de partida con el que complementar su obra. Es el caso de Carol Heifetz Neiman o Jan Hathaway, que  aprovechaban los aparatos para escanear imágenes en distintas capas, aplicando después sus habilidades pictóricas a las mismas.

Juegos temporales y retratos (Sarah Jackson)
De todos ellos, son Prins y Jackson con quien encontramos mayores afinidades, la primera por lo cuidado de sus composiciones similares en estructura en muchas ocasiones a los collages previos de [Valencia Distritos],  y la segunda por su propuesta conceptual y estilística de la que el proyecto que contemplamos es sin duda alguna deudor.

En la próxima entrada del blog,comenzaremos a expandirnos sobre los principales referentes del proyecto y el estado de la cuestión sobre la escanografía en la actualidad.

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